Bajo el techo de un andén, con el piso friO y rodeado de árboles, la espera se hace algo especial. Todavía podemos sentir, lejos de cualquier apreciación respecto del tipo de tren, la emoción de la espera una tarde soleada, en alguna estación de nuestra querida provincia de Buenos Aires.
Hoy le toca a Bordenave, muy cerquita de los pagos de mi familia pampeana...
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